Vado

El eremitorio rupestre de San Vicente, estructura pétrea de lo que fuera un importante cenobio posiblemente del siglo IX incluso VIII, sorprende gratamente al visitante que se adentra por la zona norte en la localidad de Vado, de camino desde el municipio contiguo de Cervera de Pisuerga. Desde este bello lugar, a la ribera de los ríos Pisuerga y Rivera, accedemos a la localidad de Vado, importante enclave del legendario ferrocarril de la Robla que transita por esta comarca, paralelo al Camino Olvidado a Santiago. Vado, aunque su influencia más cercana sea la característica de la Montaña Palentina, pertenece al Ayuntamiento de Dehesa de Montejo, en los límites septentrionales de la comarca de la Ojeda.

Un privilegiado mirador en la Peña del Francés a la entrada este del pueblo nos deja unas espectaculares vistas de la Montaña Palentina, presidida en dicho lugar por la imponente Peña Redonda y el Pico Almonga, a las faldas de Cervera de Pisuerga. El mirador sirve de merecido descanso a los peregrinos del Camino Olvidado que se adentran en la localidad por la también conocida Senda de los Pescadores, en la ribera del río Pisuerga. En el centro de la localidad se alza su templo principal, la iglesia de San Sebastián, edificio gótico de una única nave, pero con importantes reformas enmarcadas en el mejor barroco de la época. En el interior, en el lado del Evangelio, se emplaza un retablo del siglo XVIII con pinturas. En el presbiterio preside un retablo de finales del siglo XVII, con una excelsa escultura del siglo XVI del santo titular del templo. El retablo de la Epístola ofrece un calvario que ha sido datado en los prodigiosos años del siglo XVII.